La nueva fragancia de KEVINGSTON #7 se inspira en el mundo masculino del automovilismo deportivo para presentar una versión apuntada a un hombre joven, representado por un piloto, de actitud desafiante, arriesgado, de mirada aguerrida, transmitiendo la energía de un deportista que tiene hambre de gloria y va por todo para conseguirla.
El packaging introduce una versión más deportiva dentro de la exitosa línea de fragancias con números de KEVINGSTON. La estética remite al mundo del automovilismo y a un color, como el rojo, que propone vivir todo apasionadamente y sin medias tintas, coronado por el número 7.